Los Españoles Son Los Ciudadanos Más Dispuestos A Proporcionar Sus Datos En La Lucha Contra La Pandemia
abril 15, 2020
Encuesta de Oliver Wyman: Data preferences in time of corona
Los españoles son los ciudadanos más dispuestos a proporcionar sus datos en la lucha contra la pandemia
- La disposición de los españoles a compartir sus datos no responde a una falta de preocupación por su privacidad sino, en este caso, a que están dispuestos a relajar dicha inquietud en aras a la solidaridad.
- Hospitales y clínicas (82%; la más alta de todos los países encuestados) y autoridades sanitarias (55%) encabezan las preferencias como destinatarios de los datos a compartir sobre nuestro estado de salud.
- Por tipología de datos, los españoles lideran en 6 de las 7 categorías de datos (localización, información sobre viajes, datos biométricos, transacciones financieras…) que compartirían de los países europeos y Estados Unidos.
- Únicamente un 15% de los encuestados, el porcentaje más bajo de todos los países del estudio junto con Singapur, se negaría a proporcionar su nombre y localización a través de una app pública para ser utilizada contra el virus COVID-19.
Madrid, abril de 2020.- Los datos van a convertirse en una herramienta fundamental en la lucha contra la COVID-19. Así lo demuestra, por ejemplo, la experiencia previa de un país como Corea del Sur, que ha conseguido frenar la pandemia a través del uso de la tecnología.
En este sentido, los españoles se encuentran entre los ciudadanos más dispuestos a compartir sus datos de salud para ayudar a combatir la epidemia, pues únicamente un 15% no querría compartir ningún tipo de información. Así se desprende de la encuesta Data preferences in times of corona, llevada a cabo por Oliver Wyman en seis países afectados por la pandemia (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Australia y Singapur).
Proveedores de salud y autoridades sanitarias, los receptores de preferencia
A la hora de escoger con quién hacerlo, los ciudadanos españoles son los más abiertos a proporcionar dichos datos a los proveedores de salud (hospitales, clínicas): hasta un 82% lo haría, frente al 66% de británicos, estadounidenses y alemanes. En segundo lugar de preferencia se encuentran las autoridades sanitarias, con quienes un 55% estaría dispuesto a compartir sus datos. Le siguen, a cierta distancia, los gobiernos local y nacional, a quienes se lo ofrecerían un 30% y un 26% de los españoles, respectivamente.
De manera similar ocurriría si testaran positivo por COVID-19: un 80% lo notificaría a su doctor y un 51% lo haría a las autoridades sanitarias. En tercer y cuarto lugar de preferencia, en este caso, se encuentran el trabajo o colegio (41%) y las aplicaciones móviles que desvelan la localización de las personas infectadas (35%). Con algunas diferencias en los porcentajes, la tendencia es similar para el resto de los ciudadanos de los países encuestados.
En palabras de Lorenzo Miláns del Bosch, Partner de Oliver Wyman, “los españoles se muestran concienciados con la importancia de su información de salud a la hora de luchar contra la pandemia, un hecho muy positivo en la que ya se perfila como la próxima fase: el uso de los datos para limitar al máximo las posibilidades de expansión del virus y acelerar la vuelta a la normalidad. Obviamente, este uso debe llevarse a cabo con todas las garantías para la privacidad de los ciudadanos, tal y como recogen las regulaciones nacionales y europeas”.
Preguntados por la clase de información que estarían dispuestos a dar, independientemente de si están infectados o no por COVID-19, los españoles escogen tres opciones principales: datos sobre su estado de salud (60%), datos biométricos recogidos en lugares públicos (47%) y datos de localización por móvil (47%).
A pesar de la disposición general, existen ciertos factores por los que la compartición de los datos podría causar ciertas reticencias. En el caso de los españoles, a la cabeza se encuentran la preocupación por la privacidad y el anonimato (60%), la preocupación por la ciberseguridad y las brechas de información (54%) y, en tercer lugar, el hecho de que los españoles no quieren que su información sea utilizada en beneficio de una empresa (43%). En este punto, un 41% de los encuestados afirma que nunca estaría cómodo compartiendo su información con una entidad privada para que la reutilice de forma libre; se trata, no obstante, del porcentaje más bajo de todos los países, frente al 54% de los británicos o el 48% de australianos y estadounidenses. A la hora de proporcionarlos, el 34% lo haría no obstante con condiciones, como su uso previa consulta, por parte de un comité de expertos independientes, o si los datos fueran administrados de manera responsable por un equipo dedicado.
Los españoles, los más solidarios para perder privacidad si supone una mejora en la sanidad o detener el avance de COVID-19
Según Pablo Campos, Presidente y CEO de Oliver Wyman Iberia: ‘A pesar de la gravedad de esta crisis sanitaria, y seguramente también económica, la solidaridad de los españoles no tiene parangón. Así lo demuestra el 69% de respuestas positivas a compartir sus datos, el mayor porcentaje de todos los países. Los españoles dan por bien empleado un sacrificio en la privacidad de sus datos, en aras de una solidaridad que permita luchar más eficazmente contra la pandemia’. Así, preguntados por la motivación a la hora de compartir información personal sobre su estado de salud, destacan en su mayoría (69%) que lo harían si ello redunda en un mejor cuidado sanitario, el mayor porcentaje de todos los países, o si la finalidad es la de detener el avance de la enfermedad (59%), únicamente por detrás de Singapur (65%) y Australia (63%). Solo un 4%, el menor porcentaje junto con Singapur, no lo haría en ningún caso.
La respuesta es ligeramente diferente cuando esos datos personales corresponden a comportamientos de compra: un 12% no los proporcionaría nunca, solo por encima de Singapur (7%); sin embargo, las motivaciones para hacerlo serían las mismas: 50% para un mejor cuidado sanitario y 46% si lo hacen de cara a frenar la infección.
Si dichos datos fueran a ser reutilizados de forma anónima, sólo un 6% de los españoles se negaría a permitirlo, el porcentaje más bajo de todos. Las principales razones para dar el visto bueno serían la prevención de una futura pandemia (63%, el segundo porcentaje más alto, solo detrás del 64% de Singapur), para su uso en investigación médica (56%, el porcentaje más alto de todos los países) o para una mejora del estado de salud propio (54%, solo por detrás del 55% de alemanes). Aunque la reticencia aumenta si dichos datos contaran con información personal identificable, los españoles siguen estando entre los más proclives a proporcionarlos: únicamente un 18% se negaría, el mismo porcentaje de alemanes y solo por delante de los ciudadanos de Singapur (12%).
Más allá de su impacto negativo, el escenario que se abra tras la pandemia traerá ciertas innovaciones en las que los datos, en mayor o menor medida, habrán jugado un papel clave. Preguntados por qué innovaciones esperan con más ahínco, los españoles son, de lejos, los más deseoso de innovaciones en salud (78%, seguidos de lejos del 65% de los habitantes de Singapur). Le siguen a gran distancia las innovaciones en educación (deseadas por un 32%) y en el ámbito financiero (26%) y del retail (24%), en este caso también por encima del resto de países incluidos en la encuesta.
Aplicaciones en la lucha contra el virus: colaboración voluntaria e información restringida
La puesta en marcha de aplicaciones de alertas públicas parece imparable en la lucha contra el virus, y los españoles serían los más proclives a proporcionar su nombre y localización (36%) pero con una salvedad: que la información se restrinja a los proveedores de salud y autoridades pertinentes. Únicamente un 15% no estaría dispuesto a proporcionar esta información en ningún caso, solo por detrás del 14% de los habitantes de Singapur.
De existir dicha aplicación, los españoles, junto con los alemanes, son quienes optan mayoritariamente por la voluntariedad de los datos (44%) frente a quienes prefieren que sea obligatorio proporcionarlos (42%). Se trata de porcentajes alejados de Australia o Singapur, donde un 61% y 62%, respectivamente, prefieren que la proporción de los datos sea obligatoria.
En cuanto a la información que les interesaría recibir, un 78% de los españoles estarían interesados en recibir notificaciones sobre casos positivos en sus vecindarios, un 66% sobre casos en colegios o lugar de trabajo, y un 56% sobre casos de personas que acudieron a las mismas tiendas o restaurantes. No obstante, un 10% no estaría interesado en ningún tipo de información, mismo porcentaje que los británicos y solo por detrás de los alemanes (17%), los menos interesados.
Los españoles, ávidos de información sobre la pandemia
En época de fake news, en la que la comprobación de las fuentes y su veracidad resulta fundamental a la hora de contar con una información contrastada, la mayor parte de los encuestados acude a las autoridades sanitarias para informarse (60% en el caso de España). En segundo lugar se sitúan los medios de comunicación (50%), seguidos de cerca por el Gobierno (46%). Con ligeras diferencias en la segunda o tercera posición, las preferencias son similares a las del resto de países.
Respecto a los canales utilizados, la televisión (57%) y los medios online (29%) son los más frecuentes, en línea con el resto de los países, excepto Singapur, donde lideran los medios online (42%).
Aunque, de media, los españoles son los más confiados respecto a la información que reciben (un 42% confía en ella en cierto modo), también son aquellos con un menor porcentaje de usuarios que confían ciegamente: un 8%, frente al 17% de alemanes o australianos, o el 16% de estadounidenses o singapurenses. Sin embargo, son los usuarios menos satisfechos con la cantidad de información sobre la pandemia que reciben: solo un 35% está contento, frente a más de la mitad en cualquiera de los demás países, y un 32% desearía recibir “mucho más”. Preguntados, en este sentido, por qué tipo de información adicional les gustaría recibir, un 55% querría saber acerca de los contagios que se producen a su alrededor, y un 51% sobre las tasas de infección totales, y un 48% acerca de proyecciones futuras sobre la expansión del brote.
El mayor impacto de la pandemia repercute en el ánimo de los españoles ante su futuro laboral y sanitario
Quizá porque la propagación del virus se encuentra en un estadio especialmente avanzado, los españoles son, de acuerdo con los datos de la encuesta, los más preocupados por los riesgos que la COVID-19 conllevan para sus familiares y personas cercanas: un 50% admite estar “extremadamente preocupado”, el porcentaje más alto de todos. Además, un 32% lo está con respecto a la salud propia, al mismo nivel que los ciudadanos de Australia y Singapur.
En el ámbito económico, de nuevo, los españoles son los más pesimistas, con un 50% manifestándose “extremadamente preocupado” por el impacto del virus en este ámbito, lejos del 30% de los alemanes que declara estarlo. Esta afirmación concuerda, más allá de la percepción, con la realidad patente, ya que un 13% declara que se ha quedado en paro – el mayor porcentaje de todos, y un 15% - solo por detrás del 17% de los singapurenses – destaca que ha sufrido una reducción de sueldo o de horas de trabajo. No obstante, los españoles también son mayoría, junto con los alemanes, al afirmar que no esperan ningún cambio en su estado laboral derivado de la pandemia (23%).
Sobre el estudio
Data preferences in times of corona es una encuesta llevada a cabo por el Oliver Wyman en el mes de marzo a 3.600 ciudadanos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Australia y Singapur. En el caso de España, se ha encuestado a un total de 1.000 personas.
El estudio pretende arrojar luz sobre los datos que la población está dispuesta a compartir y por qué en la lucha contra la pandemia, los receptores de dichos datos, las innovaciones más deseadas, sus fuentes de información acerca del virus y sus percepciones del riesgo e impacto económico derivados de la crisis.
Sobre Oliver Wyman
Oliver Wyman es líder global en consultoría estratégica. Con oficinas en más de 60 ciudades de más de 29 países, Oliver Wyman combina un profundo conocimiento sectorial con experiencia especializada en estrategia, operaciones, gestión de riesgos y transformación de las organizaciones. La firma cuenta con más de 5000 profesionales en todo el mundo, que ayudan a sus clientes a optimizar sus negocios, mejorar sus operaciones y perfil de riesgo y acelerar su desarrollo organizacional para aprovechar las oportunidades. Oliver Wyman es una subsidiaria de Marsh & McLennan Companies [NYSE: MMC].
Para más información visita: www.oliverwyman.es o síguenos en nuestras redes sociales: LinkedIn: Oliver Wyman; Twitter: @OliverWyman; Facebook: @oliverwyman; Instagram: oliverwymanconsulting