Las pérdidas Crediticias De La Banca De Inversión Podrían Llegar A Los 150.000 Millones De Dólares En El Escenario Base
abril 15, 2020
Informe de Oliver Wyman y Morgan Stanley Steering Through the Next Cycle
- En un escenario adverso, los beneficios podrían caer hasta en un 277%, con pérdidas crediticias de hasta 300.000 millones de dólares.
- La inversión socialmente responsable se verá impulsada tras la crisis, pudiendo crecer hasta los 150.000 millones de dólares.
- El clima actual permitirá impulsar una consolidación de la banca de inversión necesaria para la supervivencia de numerosas entidades.
Madrid, 15 de abril de 2020.- El sector de la Banca corporativa y de inversión (CIB o Banca Mayorista), epicentro de la última crisis financiera, tiene ahora la oportunidad de ser parte de la solución ante la pandemia y sus repercusiones económicas. En palabras de Pablo Campos, CEO de Oliver Wyman en España y Portugal, “el sector financiero tiene un papel fundamental que desempeñar como amortiguador de la crisis económica, proporcionando la tan necesaria liquidez al sector empresarial y a los mercados financieros en este escenario de posible recesión global”.
Tras más de una década de expansión constante y estable, nos enfrentamos a una de las crisis económicas más profundas de las que se tiene constancia, los bancos deben equilibrar las prioridades a corto plazo para apoyar a los clientes y dirigir el negocio a través de una enorme incertidumbre y volatilidad, al mismo tiempo que se centran en los cambios estructurales que definirán las fórmulas ganadoras en el próximo ciclo. “En los últimos 10 años, el sector financiero ha hecho grandes inversiones reforzando las reservas de capital y liquidez, reduciendo el riesgo en el negocio y construyendo la infraestructura de gestión de riesgos necesaria para manejar la tensión del mercado” concluye Pablo Campos.
Para probar la resistencia de la industria, Oliver Wyman y Morgan Stanley analizan en el informe Steering Through the Next Cycle tres escenarios dependientes de la evolución de la pandemia Covid-19, su impacto en la economía y su repercusión en las ganancias de los bancos de inversión en los próximos tres años:
Escenarios de resistencia ante la pandemia
1. Escenario central - Global Recession. Entre 6 y 12 meses para controlar la pandemia, con algún alivio estacional, impulsando una recesión global que se extiende hasta 2021. Los países contienen el brote, pero ven un aumento de los casos después de levantar el confinamiento.
Las entidades se benefician de la mayor volatilidad, que impulsa márgenes más amplios y una elevada actividad de los clientes, pero estas ganancias se compensan con creces por la reducción del margen de interés neto (NIM) en las entidades de captación de depósitos y las elevadas pérdidas crediticias. El apoyo fiscal sin precedentes en las principales economías occidentales ayuda a contener el daño económico, lo que significa que las pérdidas se concentran en los sectores directamente afectados y la recuperación es rápida. Los ingresos de la banca de inversión caen un 8% mientras que los beneficios disminuyen hacia el 0% en el 2020.
Se produce una recesión en la mayoría de economías occidentales. El PIB mundial se mantiene estable en 2020; las economías europea y estadounidense se contraen entre un 8% y un 13% en el segundo y tercer trimestre. Este escenario contempla una caída de entre el 30% y el 40% en los principales índices bursátiles y prevé el comienzo de la recuperación a finales de 2020.
En este escenario, las pérdidas crediticias en los bancos de inversión están entre los 100.000-150.000 millones de dólares, concentrados en los sectores corporativos más afectados por la pandemia.
2. Escenario adverso - Deep Global Recession. Dibuja una interrupción prolongada que se extiende más allá de 12 meses y conduce a una desaceleración global más profunda que las intervenciones fiscales no son capaces de contener. Los tipos de interés son más bajos durante más tiempo y la incertidumbre persistente amortigua tanto la actividad financiera corporativa como los volúmenes de comercio. Se produce un ‘shock’ simultáneo de la demanda y la oferta, colapso sostenido de los precios de los activos y recesión mundial. Los beneficios caen en un 277%, con pérdidas crediticias de 200.000-300.000 millones de dólares, mientras que las ganancias se convierten en negativas en 2020, y mantienen esa tendencia en 2021.
El PIB mundial cae un 2% en 2020, con una disminución de casi el 10% en Europa y Estados Unidos y una caída estimada de entre el 30% y el 40% en los principales índices bursátiles. La recuperación comienza a finales de 2021.
3. Escenario optimista – Rapid Rebound. Refleja una rápida y efectiva respuesta política al brote de Covid-19. La pandemia se contiene en menos de 6 meses, con la demanda reprimida impulsando una recuperación en forma de "V". El aumento de la volatilidad y de la actividad de los clientes crea un entorno favorable para las empresas en 2020. Las pérdidas crediticias están contenidas, las finanzas corporativas sólo sufren un paro temporal y los tipos de interés empiezan a subir de nuevo en 2021. Los ingresos de la banca de inversión se mantienen planos, mientras que los beneficios disminuyen un 10% en 2020, pero se incrementan entre un 5% y un 15% anualmente en 2021 y 2022.
El PIB mundial aumenta un 1,8% en 2020; las economías europea y estadounidense se contraen un 4-6% en el segundo trimestre y el fuerte rebote comienza en el tercer trimestre de 2020.
El escenario optimista revela un impacto mucho más contenido de la pérdida de crédito de los bancos de inversión, entre 30.000 a 50.000 millones de dólares.
La rentabilidad global de la industria y los retornos nunca han sido menores al entrar en un contexto de estrés mayor: el rendimiento de capital medio en toda la industria ha rondado alrededor de 9%-10% en los últimos 5 años, con los bancos situados en el cuartil inferior, entre el 7%-8%. En el caso actual, los rendimientos medios de 2020-22 caen hasta el 4%-5% para la industria - con los bancos en el cuartil inferior cerca de cero.
El informe de Oliver Wyman y Morgan Stanley determina que los rendimientos de la industria se recuperan en 2022 en la mayoría de los escenarios, pero la brecha de rentabilidad será amplia y la sequía de ingresos será particularmente difícil. El análisis sugiere que el mayor impulsor de la rentabilidad es la economía de escala, sea dentro de un marco de especialización definido, o a través de un amplio conjunto de actividades relacionadas.
Medidas para una recuperación eficaz en un periodo de 3 a 5 años post pandemia
El principal culpable son los altos costes fijos. Actualmente, solo el 20%-30% de la estructura de costes en la banca de inversión es variable y, según el informe, sólo el 5%-10% de costes se podrán reducir a corto plazo (frente a más del 20% de reducción de costes lograda tras la anterior crisis financiera mundial). El fuerte sesgo hacia los costes fijos, hoy en día, refleja la creciente importancia de la tecnología, el crecimiento de las funciones de regulación y control, y el cambio en la compensación por resultados hacia las estructuras fijas vs. variables. Las áreas de mayor interés para ajustar los gastos serían la gestión de datos, la migración a plataformas consolidadas en la nube y el rediseño y automatización de procesos.
Como reflejo de ello, a pesar de los esfuerzos de reducción de costes, los costes para la industria se han reducido más lentamente que los ingresos en los últimos años, dejando a algunos bancos con estrechos márgenes de operación, y una capacidad limitada para absorber un descenso de los ingresos. En medio de una emergencia de salud pública, es improbable que los bancos busquen recortar costes mediante la imposición de despidos. En este contexto, con un margen de maniobra limitado a corto plazo, es posible que algunos bancos se vean obligados realizar desinversiones o vender activos.
Los cambios en el modelo de negocio pueden mejorar la economía. El sector empresarial está en primera línea de las consecuencias económicas de la pandemia. Las bajas tasas de interés reducen los márgenes en la banca transaccional, y la elevada volatilidad frena la actividad de las finanzas corporativas, mientras que las elevadas pérdidas crediticias reducen los beneficios.
Sin embargo, tras un período de crecimiento sostenido, el informe observa un amplio margen para optimizar el negocio corporativo con el fin de aumentar los beneficios, mediante la mejora de la disciplina de precios y la entrega de soluciones innovadoras para aprovechar los segmentos de mayor margen.
Más allá de los próximos 18-24 meses, es probable que se reafirmen por sí mismas las presiones estructurales que han pesado sobre los ingresos en los últimos 5 años. Los bancos tendrán que adaptar sus modelos en respuesta a los cambios de necesidades de los clientes.
Desempeñar un papel proactivo en el apoyo en la transición hacia una economía de bajas emisiones es un diferenciador potencial. A medio plazo, la pandemia provocada por el Covid-19 y sus consecuencias económicas acelerarán la demanda de productos que promuevan una economía más sostenible, que se convertirá en una cuestión definitoria del próximo ciclo, a medida que la inversión socialmente responsable (ESG), se extienda más profundamente en el mercado y las industrias se reconfiguren en respuesta a los cambios en el comportamiento de los consumidores y las políticas gubernamentales. Los bancos que se posicionen a la vanguardia de este cambio ganarán una parte considerable del ’pool’ de ingresos de más de 100.000 millones de dólares. Se estima que el mercado de finanzas sostenibles, definido en términos generales, podría crecer hasta los 150.000 millones de dólares en todo el sistema financiero.
A medida que los clientes institucionales se pasen al ESG, demandarán nuevos servicios. Al mismo tiempo, habrá grandes oportunidades para ayudar a las empresas en la transición hacia modelos de negocio más limpios. Por ejemplo, una investigación reciente de Oliver Wyman y el Carbon Disclosure Project, descubrió que las empresas de las industrias europeas del cemento, el acero, los metales y la minería y los productos químicos eran responsables, en conjunto, de más de un tercio de las emisiones, pero sólo de una vigésima parte de las inversiones de bajo carbono. Algunos reguladores ya exigen una gestión del riesgo climático a los bancos en Europa, realizando pruebas de stress del riesgo climático; en Asia algunos reguladores han manifestado su intención de analizar este riesgo.
Las calificaciones de los bancos en materia de ESG, no obstante, están aún en una fase muy incipiente y no reflejan adecuadamente el papel de los bancos en la asignación de capital.
Moverse con demasiada lentitud significa quedar expuesto a los riesgos de la transición en la cartera crediticia, así como a mayores riesgos respecto a inversores y reguladores, centrados en el importante papel que los bancos juegan en la asignación de capital hacia negocios más sostenibles. Por otro lado, hay que tener en cuenta los riesgos para la reputación, cada vez más importantes, ya que a día de hoy alrededor del 10%-15 % de los ingresos del sector bancario provienen de los combustibles fósiles.
Los bancos necesitan crear un apalancamiento operativo que requerirá una inversión sostenida. El informe estima que entre el 5% y el 10% de los gastos en infraestructura y controles se pueden eliminar mediante acciones a corto plazo, como el cambio tecnológico discrecional, la consolidación de los procesos de toda la empresa y el reajuste organizativo. Las acciones a medio plazo para abordar la complejidad actual de los mercados y para adaptarse tecnológicamente podrían liberar entre el 10% y el 20% de los costes de infraestructura. Adicionalmente, el 15% de los gastos podría reducirse al 10% reduciendo el gasto en tecnología, a través de la nube. Dentro de 10 años, no es poco realista que más del 60% de las aplicaciones y servicios bancarios puedan estar alojados en la nube.
La clave, sin embargo, está en el cambio estructural de la infraestructura y las funciones de control. Una reducción del 15-20% en estas partidas de gastos es un objetivo realista en un plazo de 3-5 años. Pero tal cambio estructural requiere una inversión sostenida y es complejo de efectuar. Existe un riesgo considerable de que algunos bancos de inversión, bajo la presión de los costes a corto plazo, no logren sostener la inversión en el cambio estructural y se queden más atrás que los líderes de escala.
Como muestra, el rápido crecimiento del panorama de los proveedores de servicios (fintech). Los proveedores de servicios de los mercados de capital han levantado más de 25.000 millones de dólares en los últimos 5 años y han generado alrededor de 50.000 millones de dólares de valor en capitalización al mismo tiempo que 10.000 millones de euros de la base de costes de los bancos de inversión han pasado de la provisión interna a la de terceros en los últimos 5-10 años. El gasto de los bancos mayoristas en estos proveedores representa hoy en día el 20% de los costes totales, con un valor de entre 15.000 y 25.000 millones de dólares. El informe estima que se podrían crear otros 60.000-120.000 millones de dólares en valor al extender esta tendencia a nuevas áreas.
La consolidación puede ser la mejor respuesta para determinados casos. En conjunto, las acciones anteriores ofrecen un camino de regreso al 10% de rentabilidad para casi todos los bancos de inversión. Pero para algunos, las presiones a corto plazo y los desafíos de escala podrían ser demasiado bruscos. El reciente cambio de tono entre los responsables políticos europeos, junto con los descuentos en el valor de los activos, podría desencadenar finalmente una nueva ola de consolidaciones o salidas en el sector. La experiencia pasada apunta al potencial de consolidación para impulsar la liberación de costes: la absorción de Bear Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch por otros actores durante 2008-2009 ayudó a sacar de la industria entre 15.000 y 20.000 millones de dólares de costes, equivalentes al 50%-70% de la base de costes de las empresas adquiridas. Europa es la principal área de atención hoy en día.
Medidas diferenciadas en cuanto a tipología por cuota de mercado
El informe de Oliver Wyman y Morgan Stanley también analiza la cuota de mercado de los bancos, proponiendo diferentes medidas para resurgir tras la crisis sanitaria:
1. Los bancos más rentables son las potencias mundiales con franquicias amplias y profundas. Estos bancos tienen una presencia material (definido como al menos 3% de cuota) en el 55% del mercado, con una cuota media del 8%. A pesar de dominar el mercado y tener mayor resiliencia operativa debido a su escala global, en crisis pasadas ya se ha visto que no son necesariamente los ganadores de anteriores ciclos. . Los líderes del sector bancario deben adaptarse a las necesidades rápidamente cambiantes de los clientes para evitar abrir la puerta a competidores más ágiles, tradicionales y no tradicionales. Los riesgos a la baja podrían provenir de su exposición a segmentos de mayor riesgo como la energía, el transporte, la hostelería y el sector inmobiliario.
2. Los bancos menos rentables son bancos universales con una franquicia amplia pero poco profundas. Estos bancos tienen una presencia material sólo en el 35% del mercado, con una cuota media de sólo el 4%. Las salidas parciales de líneas de negocios y mercados han visto desaparecer los ingresos más rápidamente que los costes para estos actores, ya que la reducción de la infraestructura y de los procesos transversales a los productos han demostrado ser un desafío. Los bancos mayoristas europeos, por ejemplo han restructurado y reducido su balance para adaptarse a las nuevas regulaciones para mejorar su posición de capital - se estima que el 30-40% del balance se ha reitrado en los últimos 10 años, pero el capital y los ingresos se han reducido más rápidamente que los ingresos
En este caso hay que tomar medidas audaces. Estos bancos están en una carrera para construir economías de escala antes de que su poder de generación de ingresos disminuya. Los equipos gestores tendrán que reforzar su determinación en sostener las inversiones de cambio estructural o arriesgarse a quedarse más atrás todavía de los líderes. Las alternativas son un cambio radical hacia una profunda especialización o consolidación. Para los bancos universales europeos, su franquicia corporativa, como parte clave del papel del grupo bancario más amplio en la provisión de financiación sostenible para la economía, es más importante que nunca.
3. En algún punto intermedio se encuentran los bancos especializados con franquicias dominantes en algunos productos y mercados - estos actores se han alejado completamente - o nunca han entrado en ellas – de actividades y de mercados que añaden costes significativos a la plataforma.
Son los que más tienen que ganar del actual entorno de mercado si pueden defender su principal actividad y buscar oportunidades que aprovechar. La primera prioridad es servir a los clientes de su principal actividad, ofreciendo un acceso fiable al crédito, la liquidez y el servicio. Sin embargo, habrá oportunidades disruptivas, particularmente en áreas donde las soluciones tecnológicas pueden des intermediar a los incumbentes que se retiren durante la crisis.
Medidas para los decisores políticos
La actual tensión del mercado ha puesto de manifiesto la frágil liquidez y resiliencia operativa del negocio de trading, problemas que se han visto agravados por las normas de capital que penalizan a los bancos por proporcionar liquidez en períodos de tensión del mercado y las normas de cumplimiento que limitan la operativa en remoto. El estudio y la revisión de esas normas podrían desempeñar un papel importante en el apoyo al funcionamiento ordenado de los mercados en futuros episodios de crisis.
El informe sugiere que, a pesar de las fuertes reservas de capital en toda la industria, sólo un puñado de bancos mayoristas son resistentes a un período prolongado de estrés en los resultados, , lo cual se debe, en primer lugar, a la falta de economías de escala y de apalancamiento operativo de algunos bancos.
La consolidación podría ofrecer un camino hacia una mayor resistencia para muchos bancos de inversión más pequeños, pero la puerta de la consolidación se ha cerrado por preocupaciones “too-big-too-fail” o la protección de líderes nacionales. Sin embargo, las actitudes de los responsables políticos en Europa han señalado ahora una clara voluntad de acomodar acuerdos. Además, el actual clima de profundos cambios y perturbaciones podría crear las condiciones para que las cosas se muevan rápidamente. Sin la opción de la consolidación, algunos jugadores saldrán del negocio de la banca de inversión.
Algunos reguladores han comenzado a experimentar con los test de estrés como una forma útil de empujar a los bancos a trabajar en construir el conjunto de datos y técnicas analíticas para comprender el riesgo climático en su balance, así como para suscitar un debate útil a nivel del equipo directivo y Consejo. Las crecientes expectativas de declarar el alcance de las emisiones de las compañías que financian podrían ser un poderoso catalizador, especialmente si se hace obligatorio, y armaría a los inversores con la información necesaria para evaluar a los bancos y tomar decisiones.
Sobre Oliver Wyman
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